Cuál es la veracidad de las cartas del tarot

Una de las eternas preguntas que siempre plantea las cartas del tarot en todo aquel que lo consulta o que se asoma a él con curiosidad es saber si realmente es fiable o no, si acierta o no, si se puede considerar fiable el resultado que nos da.

Surge la duda de si por el contrario todo es casualidad y lo suele adaptar la persona que hace la consulta en función de sus circunstancias personales en un momento determinado o si lo hace bajo una condiciones que le afectan a su vida en todos dos terrenos –dinero, familia, etc.- aunque lo más consultado, es el amor.

Hay que decir que el tarot es, hoy por hoy, uno de los sistemas de predicción más consultados y recurrentes que se pasa, por aquellos que son expertos en esto, a ser un instrumento de vaticinio, una herramienta que puede orientar el futuro de la persona y que tiene muchas variables.

Lo mejor es probar, de forma directa y personal, si es preciso o no, si acierta o no, si realmente funciona y es válido.

Dentro de este sistema encontramos que las barajas pueden cambiar teniendo denominaciones como el tarot de Marsella, el Rider-White o el Legacy.

Pero es un tipo de medio, de vía, que tiene siglos de antigüedad, que es el fruto de un saber ancestral, oculto, antiguo, que hunde su origen en Egipto donde escondería las pistas del famoso libro de Thoth y todo lo que encierra.

En el tarot hay dos claras divisiones según los arcanos –mayores o menores- , que son los naipes más conocidos y relevantes, y que nos indican hechos que van a ocurrir en el futuro del consultante debidamente interpretados por aquellos que conocen la clave de su significado.

Se cree que tiene una referencia no descifrada en los jeroglíficos egipcios y que junto con los arcanos menores, tiene la base de predicción. Pero, ¿es posible saber el futuro gracias a estas cartas? Dicen los expertos que el tiempo no es lineal sino que su «forma» podría ser circular o espiral y que los sucesos podrían superponerse en una línea común.

Así, gracias a esta teoría de la Física y Física Cuántica, nos encontramos puentes que nos pueden hacer llegar a ese devenir y el tarot lograría plegar todo eso.

Con la debida concentración y conocimientos un tarotista sería capaz de saber, con precisión, que puede pasar en la vida de un consultante, cuál es su situación, la energía que capta, la interrelación que hay entre los arcanos y que pueden dar valiosa información del pasado, presente y futuro de la persona que formula la consulta.

Todo esto puede llegar a ser muy sorprendente, pues el nivel de acierto -en algunos casos- es realmente increíble y, sin embargo, el grado de acierto es elevadísimo.

Cabe recordar que la buena tarotista no será aquella que sea más guapa, más fea, más amable o menos amable, será aquella que tiene un grado de acierto mayor, a mayor acierto mejor será y más fiable para poder hacer una predicción y ser nuestra particular consejera con acceso a ese futuro que es tan importante.

Una tirada realizada por un profesional de este arte adivinatorio es algo que se debe tener en consideración, pues hay personas que son muy buenas y que nos dan un mensaje coherente, que describen con exactitud una situación que se ha podido vivir o se está viviendo.

Se calcula que se puede predecir el futuro con un 80% de acierto en aquellas personas que llevan años de práctica y de experiencia en este tipo de cuestiones y que atesoran todo lo que es el conocimiento de lo oculto, de lo secreto. Esas claves de interpretación que puede pasar de padres a hijos y ser la base de una mayor ampliación pasado el tiempo y determina que la exactitud sea realmente alto.

Los arcanos mayores siempre se utilizan para las preguntas que son más trascendentales y con más peso en la vida; los arcanos menores para aquellas cuestiones consideradas menores, algo rápido, cercano, más puntual y relativamente sencillo de cara a la persona que ejerce esa labor y que informa al consultante.

En cualquiera de los casos son las personas las que deben tener el poder de la decisión sobre un determinado tema y nunca pensar que será la tarotista la persona que nos va a dar ese empujón para que tiremos por un camino o por otro.

Eso no va a suceder pues no se puede interferir en las decisiones de la persona, si se puede orientar, aconsejar, pero desde la subjetividad, desde el punto de vista quién sólo interpreta las cartas en cuanto a lo que es el vaticinio sobre una o varias cuestiones consultadas y que supone un motivo de inquietud, de duda, de preocupación.

Por todo ello es muy importante tener siempre a una persona que tenga este saber, este poder, estos conocimientos y que sea realmente buena, que acierte, que se sepa que lo que nos dice va a poder producirse en nuestro futuro en un tiempo determinado.

Todo ello es posible y debido a lo explicado se sabe, en la actualidad, que hay profesionales, expertas y expertos, que son capaces de estar en esa sintonía de tiempo en el que pueden interpretar lo que está por venir a la vida de alguien que, de alguna forma, debe derivar en un resultado que puede ser más o menos del agrado de la persona.

Hay eventos en el futuro de todo ser humano que es inevitable y que si el buen profesional del tarot informa de ello pues es algo que se producirá, otros se pueden evitar, los considerados menores y que corrigiendo actitudes, corrigiendo comportamientos, templando el genio, el ímpetu, la impulsividad.

Con todo ello se logrará tener el control, en muchas ocasiones basta con refrenar la lengua y los pensamientos al unísono pues muchas veces se dicen cosas que no se sienten y que pueden hacer más daño que los actos en sí.

En el tarot se sabe que el porcentaje de acierto es muy elevado pero también que lo que las personas determinan con sus actos condiciona el futuro, aplicar aquello de actuar bajo el “principio de bondad” es algo que purifica el karma y el alma.

Lleva a estar bien consigo mismo, que la bondad ilumina el camino y que se tendrá siempre el buen fruto de una buena cosecha sembrada de buenas acciones y buenas intenciones. Es el futuro que el tarot acerca y la lógica lleva a seguir para alcanzar la felicidad y el bienestar.

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