En el mundo de la adivinación se da una amplia diversidad de métodos para acceder -o intentarlo- al mismo, uno de los más conocidos es, por ejemplo, el tarot.
Con respecto a ello es interesante comprobar los diferentes tipos de mazos que nos podemos encontrar sabiendo que, siempre, la esencia es la misma y que su significado, invariablemente, nos debe al mismo punto en la predicción.
La variedad en los diferentes tipos de tarot es muy alta, incluso temáticos, de artistas, de situaciones, esto ya se corresponde con todo lo que es la vistosidad de las ilustraciones y el llamar la atención de la persona que va a poseer, que va a tener, una determinada baraja.
Pero hay que conocer cuáles son las esenciales y qué diferencias hay entre ellos, como se los denomina, pero siempre teniendo en cuenta que los naipes presentan ilustraciones que están en la línea de un arquetipo.
Así que su interpretación debería de variar poco de una a otro, aunque si es cierto que últimamente están surgiendo diseños de tarot que se están alejando mucho de lo que es su esencia.
Historia del Tarot
Para comenzar cabe decir que el origen del tarot no se conoce bien, sólo que surge allá por el siglo XV en Europa si bien ya se hablaba de un tipo de arte adivinatoria en el Antiguo Egipto que era muy similar.
En cualquiera de los casos aparece, históricamente, en Italia, en el norte, en el siglo XV y se populariza entre las clases más altas transmitiéndose al pueblo.
De su origen egipcio nos encontramos que hay muchos «juegos de palabras» que apunta a un origen más antiguo del tarot como la relación existente con las deidades como Astarté, Ester, Ishtar, Tara o Hator en Egipto.
En el siglo XVI se le llamó «Juego de Triunfos» y ya el ocultista famoso -en su época, 1546- Guillaume Postel establecía la relación entre el tarot y la diosa madre egipcia o con el nombre de Dios en hebreo y su relación con la Torah. Así la llega heterodoxa a Europa habría sido en el año 1367.
La primera baraja de la que se tiene constancia es la Visconti-Sforza -con 11 versiones-, aunque podría haber una más lejana «Tarocchino de Bolonia». En el siglo XV encontramos el tarot «Sola Busca» con 78 cartas.
De los arcanos mayores todo parece que se encuentra más próximo a las ilustraciones del «Tarot de Marsella» aunque los personajes representados eran, originalmente, héroes y mitos.
El «Tarot de Marsella» es uno de los más conocidos y tiene bien diferenciados lo que son sus arcanos mayores (22) y menores (56). Es un tipo de mazo que se hacía en la ciudad mediterránea, en Francia, y que de allí salían a diferentes zonas como España o Italia siendo mucha su fama.
En más de cuatro siglos no ha cambiado y se mantienen sus líneas originales. Su lectura por parte de la persona experta, es más de una línea interpretativa, se considera que se orienta a la psique del ser humano. Es ideal para acceder a la representación de la vida del/la consultante.
Rider-Waite
El «Tarot Rider-Waite» debe su nombre a quién fue su autor: Arthur Edward Waite. Es una baraja muy tradicional con un mazo de 78 naipes -con la misma estructura de arcanos que el de Marsella-.
Las cartas tienen el nombre y numeración, se considera que dan una predicción a largo plazo mientras que los arcanos de palos (menores) nos hablan de las situaciones más cotidianas en la vida de la persona y las decisiones que se toman.
Tarot Gitano
El «Tarot Gitano» tiene algunas variaciones, por ejemplo que son 36 naipes con personajes diversos e incluyen lugares y animales que sirven de orientación a la interpretación. Nos encontramos en esta baraja uno de los tipos de tarot más peculiares.
El mazo se divide en los palos clásicos (copas, espadas, bastos y oros) que se asocian con los elementos básicos de la Naturaleza. La interpretación es asociativa y de combinación.
Tarot Egipcio
El «Tarot Egipcio» se considera como uno de los más precisos y ayudan en las decisiones que debe tomar la persona, por compleja que sea. Tiene 78 naipes divididos de igual forma que en el Raider o el de Marsella; representa escenas cotidianas o dioses, todos arquetipos, también muestras formas geométricas e incide en el inconsciente individual o colectivo de la persona.
Estos serían los más destacados allá donde pueden existir otras muchas variedades pero que son, principalmente, por estética, no por incidencia en la predicción.
Fue, en el siglo XVIII, Court de Gébelin, quién estudio en profundidad todas estas láminas y darle un sentido histórico y predictivo a las mismas en relación con su origen y su función.
Independiente de estas barajas hay otras muchas como el Legacy, el tarot Nostradamus, el Dalí, pero estos ya no tendrían una significación especial en cuento a su origen y sólo sería una motivación visual y de estética, que las cartas sean más bonita, pero sin incidencia en el significado de la predicción pues se basan en las anteriores.
