Representa a la Orisha que es la adivinación, se le considera también el oráculo supremo y el gran benefactor de toda la humanidad además de ser uno de los grandes consejeros que podemos encontrar dentro de la Santería. Es el que revela todo cuanto va a acontecer a través del secreto de Ifá.
Orula es, además de todo ello, el gran sanador y quién ignora sus recomendaciones puede sufrir la ira de Eshu. Igualmente es el Saber así como la inteligencia, también es la necesaria picardía y todo lo que es la astucia que sobreponen al mal.
Se dice que cuando el dios supremo de esta religión, Olodumare, creó el Universo ya estaba él como testigo de excepción. Se le denomina también como eleri-ipin ibikeji Olodumare, que traducido es “aquel que fue testigo de la creación y también es el segundo al mando de Olodumare”.
Se le puede considerar como el primer profeta de la Yoruba, aquel que fue enviado por Olodumare y que controla los nacimientos, las muertes y el desarrollo de todas las criaturas de la Tierra –todas las especies-. Es el adivino por antonomasia así como el dueño de todos los oráculos e intérprete de Ifá.
Se dice de él que estuvo en la Tierra predicando y era una especie de profeta con los dieciséis ancestros del Cielo -los Meyi de Ifá-, que sucedió entre el año 2000 y el 4000 a.C. Todo lo que es la veneración o culto por él viene de Ilé Ifé derivando su nombre del Yorùbá Òrúnmìlà que significa «sólo se salvarán aquello que sabe el cielo”.
Así este santo es la misma sabiduría y las opciones de poder actuar sobre el futuro, todos los que siguen las directrices de Orula, hombres u Orishas, podría sucumbir a los influjos y acciones de los Osogbos de Eshu.
Es un inseparable de Shango que fue el encargado de conceder la autorización de Olofin con la gracia de la adivinación y de Eshu, que será y es su aliado. Así esta deidad forma una particular trinidad con otras importantes como Olofin y Oddúa –Oduduwa-.
En su culto no es abierto y sólo aquellos que haya sido elegidos pueden entrar en el mismo gracias a la «mano de Orula» -Awo Fa Ka- para ellos –para los hombres- e Iko Fá Fun para ellas -para las mujeres-, aquellas que se consideran mujeres de Orula serán llamadas Apetebí, es el grado máximo al que se puede llegar dentro de su culto; en el caso de los hombres serían Babalawo.
Además sabe de todo lo que supone un conocimiento secreto dentro del ser humano o de la Naturaleza, y del conocimiento acumulado en la Historia de la Humanidad.
Representa, dentro de todo lo que es humano, lo sagrado y espiritual de todos los Awó ni Orula difuntos. También, entre sus muchos atributo, se trata del Orisha rector que además es intérprete de todo aquello que manifiestan los Odun dentro de lo que es el oráculo de Ifá.
Cuentan de él que está siempre en el momento en el que se trata del espíritu que se encarnará en una persona y que elegirá su futuro, su destino.
Es la seguridad, así como el apoyo pero también el consuelo ante la incertidumbre de la vida, es de los más completos y uno de los que más significación tiene dentro del panteón de la Yoruba.
Dentro de la misma se considera que os sacerdotes de esta deidad pueden ser los mejores organizados, aquellos que son más místicos y sabios.
Si se es sacerdote del Orisha Orula se da el mismo concepto con otros Oshas y Orishas pero la nota diferente es que es exclusivo para hombres y en este grupo para aquellas personas que en un estado no trance no suelen caer.
En el lado femenino tenemos que están con la consagración de lo que es Iko fa fún ni Orula gozando de poder de su atención, mucha más que la que concede a los hombres; ellas son Apetebí Ayafá, es decir: las auténticas poseedoras del fundamento de Ifá de lo que es el sacerdote al que asisten.
Los colores que suelen representarle son el amarillo y el verde; tiene su referencia en un santo como San Francisco de Asís –cuyo día es el 4 de Octubre- y su saludo es: “¡Orula Iboru, Orula Iboyá, Orula Ibosheshe!”.
Oraciones a Orula
Amor:
«Oh amado Padre que hoy acudo ante ti para pedirte que no apartes tu protección ante mí y que me concedas ese gran favor de tener el corazón de la persona a la que quiero, que de rodillas de ruego que me ayudes y permitas mi felicidad junto a esa persona que tanto quiero y que su camino se cruce con el mío.
Te imploro que esa persona [diga aquí su nombre] me ame y que quiera ser feliz junto a mí, que necesite de mi y que tengamos un futuro juntos sonriéndonos la suerte y la felicidad.
Te imploro que en tu infinita bondad me ayudes y que haya comprensión y respeto, que no me dejes y no te apartes de mi camino, que señales a nuestros corazones y que ambos estén unidos, que haya apoyo y amor. Te lo ruego Orula. Amén».
Negocios:
«Te invoco Señor para que hoy estés guiando mi camino y que no cometas errores, que tenga tu claridad y tu mano me oriente, que mis deseos se hagan realidad y que los negocios en los que estoy sean ventajosos y prósperos, que no te apartes de mi y que el dinero esté conmigo.
¡Orula!, te suplico que me des la oportunidad de tener éxito y fortuna en lo que quiero, que la noche se haga día y que mi esfuerzo y trabajo sea exitoso, te lo pido por favor poderoso Señor y que ni los mentirosos ni los embaucadores estén cerca de mí. Apártalos. Amén.»
Dinero:
«Poderoso señor Orula que tu mano me bendiga y permita que el dinero llegue a mí, que nada pueda contra mí y que todo aquello en lo que me embarque resulte triunfante. Que la voluntad sea fuerte, inquebrantable, y que el camino sea claro.
Te invoco Orula para que me ayudes y protejas, que no te apartes de mi, que alejes todo lo mano y que el dinero llegue, la fortuna y que no falte en mi bolsillo.
Que tu luz descienda y que proteja siempre y que me libres de todo peligro para que pueda beneficiar a todos los que están conmigo. Amén.»
Son oraciones que deben ser rezadas de rodillas y con mucha fe para que tenga el efecto que se quiere, respetando siempre al Santo con la convicción que nos ayudará.
